El cantarillo anterior ha presentado a San Antonio Mª Claret como paradigma de vivencia del núcleo “Patris mei”, de la alegoría de la Fragua. Pero pudo vivirla modélicamente porque se configuró con Jesucristo, Esto sólo pudo llevarlo a cabo porque tomó a Jesús como modelo único y definitivo, como punto de referencia que relativiza todas la demás referencias. Contempló a Jesús como el hombre perfecto, como el único en quien el ser humano puede entenderse a sí mismo y entender a la sociedad.
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