Hay personas con la habilidad de hacernos perder la paciencia: alumnos, catecumenos, hijos, compañeros de trabajo, «amigos»… ¿Cuál sería la mejor opción? ¿Apartarnos de ellos? ¿Leerles la cartilla?
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Relatos
Cuadrado en el pais de los Redondos. «Distinto», de Juan Ramon Jimenez
Discriminacion, integracion, diferencias…
Todos conocemos tanto la experiencia de la inclusión como la del rechazo. Hacer memoria de esas experiencias nos ayudará a leer en nuestra realidad cotidiana lo que les ocurre a aquellos que se sienten rechaza
Una plaza mas o menos redonda
De ancianos, parques y plazas de barrio. Los abuelos. Nuestros abuelos.
La salvacion se realiza desde dentro
Pequeña meditación navideña para adultos sobre la Encarnación. Diálogo entre un hombre, una mujer y un teólogo.
JOAQUÍN, ANA Y LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Sobre la boda y la concepcion (Inmaculada) de Maria. Una version libre y simpatica : Asi pudieron ser las cosas.
Genesis 1 narrado hoy
Dios creó una semilla muy pequeña en la cual se encontraba, como posibilidad de ser, todo lo que ha existido, todo lo que existe y existirá. Dios creó nuestro Universo.
Yo soy el centro del mundo. Contra el egocentrismo
Para mí, sólo existe el «mí, me, conmigo», el «aquí estoy yo» y el «yo pienso, yo siento, yo hago». Es así: no puedo salir de mí mismo, no puedo ver el mundo como lo ves tú, no puedo encarnarme en otro ser que no sea el que soporta mi propia conciencia. S
El Santo del Verano: San Dalia
El patronazgo del verano le corresponde sin discusión a este refrescante santo. Nacido en una localidad playera de la costa mediterránea, cuenta la leyenda que era coetáneo de los apóstoles, a quienes acompañó sin desmayo. Dediquemos el verano a invocar a
El sueño de Karina
Nunca habrías podido llegar muy lejos si fuiste capaz de abandonar tu sueñopor la opinión de otra persona
El triunfo de una madre
Las cosas imposibles que es capaz de lograr una madre
Testimonio de uno de los Soldados
Las «reflexiones» que se hace uno de los soldados encargados de crucificar a Jesús y la experiencia personal de resurrección que tuvo.
La Presentación de la Bienaventurada Virgen María
Lc 19,41-44. ¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!
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